Barcas y barcos, ocultos en el horizonte,
Completaban la postal, de este hermoso lugar.
Desde que todo lo que ves,
Es tuyo, y mío;
Francamente temo por la verdadera verdad.
Gracias, le doy al cielo, por este inhóspito lugar,
Habitado únicamente por mí,
Indiferente absoluto a todo lo externo, que, dígase
Jamás, de los jamases había sucedido,
Kan-Kei le solían llamar, los antiguos
Lugareños.
Mañana, seguro mañana todo cambia,
No por falta de intentos, ni menos que menos,
Oportunidades.
Pero si el ruiseñor deja de cantar
Quién va a pedirle que cante de nuevo?
Rotas las almas, vagan en pena
Soles grises, lunas rojas
Todo producto de la esquizoide conciencia
Uno, dos, tres amigos lloran.
Van camino al sepelio del pasado,
Whisky añejo pa' la espera
Xarda pa' la cena
Y de mientras la muerte no llega
Zafamos.
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