Magia.
Mágica magia, tú voz.
Seductora.
Inescrupulosa.
Temeraria.
Tú cuerpo.
Corto.
Pequeño.
Justo.
Perfecto.
¿Las luces apagadas?
Aún así pude verte.
Puedo verte.
Con mis manos recorro lentamente las fronteras de tu cuerpo.
Que se unen con el mío.
En un melancólico movimiento.
Ese movimiento.
Torpe, sí... torpe, pero sincero.
Y encuentro tus ojos mirándome.
Y no son verdes, un alivio.
Y me miran con gracia.
Sonrientes.
Traviesos.
Me gusta pensar, que de tanto en tanto pensás en mí.
Que me imaginás sonriéndote.
Que me imaginás besándote.
Sintiéndote... amándote.
Porque, ¿por qué no?
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