Las reglas son simples,
El primero
en tirar la torre, pierde.
Hasta allí
nada es complicado,
Pero luego
comienza el juego…
Y bueno,
hay que saber jugarlo.
Dicen que
comenzar por sacar piezas de la base,
Es un buen
plan.
Yo tengo
mis dudas.
La base es
importante,
Es lo que
permite seguir construyendo,
Lo que
permite estar seguros,
Lo que
permite, quien sabe… jugar,
Ir a nuevos
lugares,
Animarse a
ir un poco más…
A ser un
poco más atrevidos con el tiempo.
Así que no
suelo jugar con los pilares.
Les tengo
mucho respeto.
Otros
comienzan por el medio,
Intentamos
develar la estructura de esto que construimos,
Que
intentamos construir,
En
conjunto.
Nos animamos
a sacar las piezas del medio,
Y ver qué
pasa.
Cada vez
que se saca una pieza,
Debe
ponerse arriba…
Una y otra
vez,
Haciendo
que la torre crezca.
Conociendo
nuestras debilidades,
Apuntando a
nuestros lugares fuertes,
Acompañándonos.
Dicen que
el juego lo pierde aquel que tire la torre,
Al sacar o
poner una pieza.
Yo siento
que eso es bastante absurdo.
El juego se
termina,
Eso es
obvio.
Pero perder
pierden todos,
Perdemos
todos.
Supongo yo
que hay que decidir cuando no seguir construyendo,
Y
retirarse,
Y admirar
lo construido
En
conjunto.
Y luego…
por qué no… construir con otras cosas,
Una
construcción más simbólica.
Y si cae…
Si la torre
cae,
La culpa es
siempre compartida.
Me hubiera
gustado seguir jugando este juego…
O por lo
menos, compartirlo contigo.
P.D.:
Pierde el
que no se anima a jugar,
Creo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario