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16 ago 2020

Sin orgullo.

No te hacés una idea lo mal que me hizo verte bien.

No estoy para nada orgulloso de esto que siento, pero estaría mintiendo si afirmaría lo contrario.

No porque no me guste verte bien, al contrario (recuerdo tu cara juguetona mordiendo a otra cara divertida y me sonrío para mis adentros), sino porque me hizo ver (cual espejo siniestro) la realidad que tengo hoy frente a mí.

Entonces me angustié, muchísimo, hasta el punto de las lágrimas. 

(Muy loco, ir en el ómnibus y mirar a un pibe de unos posibles 30 años llorando en silencio).


No te hacés una idea lo mal que me hace verte bien con ella.

No estoy para nada orgulloso de esto que siento, pero me estaría mintiendo si dijera lo contrario.

No porque no me guste verte bien, ni mucho menos porque no me guste verla bien a ella, sino porque sencillamente, no estoy yo allí. Nuevamente.

Entonces me angustié, muchísimo.

(Muy loco ir caminando por 18 de julio y encontrarte a un pibe envuelto en una bufanda llorando sin tapujo alguno).


No te hacés una idea lo mal que me hace verte bien, con ella, sin mí.

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