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23 oct 2013

Día Hábil

Día uno. Objetivo: «Supervivencia».

El tiempo, así como el cosmos en general, se habían puesto en mi contra. Podía sentir su desdén y su total desinterés en cada acción que hiciera o se hiciese en mi contra. No existía el perdón, palabra compleja y sin significado alguno. Las raíces de este mundo no habían encontrado en el daño algo perjudicial, eramos raza perfecta, y del daño habíamos surgido.

Los gritos que llenaban el aire de su gracia usual ahora lo hacen del más atroz espanto. Caminar y sentirse fuera del afán de justicia que todo lo rodea, y que de todo se nutre, era sucio. Mirar la más correcta de las justicias. El negro sin ascendencia asesinado lentamente en la vía pública. La eliminación sistemática de las impurezas: minusválidos, enanos dementes, depresivos, suicidas, prostitutas, homosexuales, pobres. Es correcto, estoy convencido de ello; pero por alguna razón no logro dejar de sentir repudio. ¿Es erróneo sentir culpa luego de matar una hormiga?


Día dos. Objetivo: «Alimentarse».

Querida Madre:

Sé que hace tiempo que no te escribo, pero es que no lograba encontrar otra computadora. La otra ya había cumplido seis meses y se había apagado por completo.

Nosotros estamos bien. Ayer encontramos tirada una manzana, y logramos partila en cuatro partes casi iguales, fue todo un logro. Así que no te preocupes por la comida, nos estamos alimentando bien.
Fui a una entrevista de trabajo en donde me invitaron a tomar café (es super amargo, no me gustó para nada), pero la sensación de algo caliente en el estómago me fue más que placentera.

Necesito saber como estás tú ¿Ya engordó la gallina? ¿Pudiste esconderla del Gobierno?
Estamos intentando hacer que las semillas de la manzana nazcan. Pero creo que fue tratada para esterilizarla y no logra reproducirse. Es una lástima.

De todas maneras mañana es la repartición. Así que quizá consigamos un poco de pan.
Espero te encuentres muy bien, quiero oír pronto de ti.

Te amo mucho y lo sabes:

Tu hijo.


Día tres. Objetivo: «Abrigarse».

Los ríos ya se habían secado gracias al frío que los convirtiera en hielo. El aire seco, sin formaciones nubosas impedía en su totalidad el acceso al agua, potable o no. La Ciudad no tenía saneamiento desde que aquel terremoto, cincuenta años atrás, destrozara la municipalidad, y con esto todas las obras públicas. La Organización de Ayuda Mutua entre Naciones, había hecho oídos sordos a la situación de la Ciudad; comprado los medios de comunicación, que sin la utilización de satélites, por las radiaciones solares se encontraban en una gran limitación comunicativa. Habíamos vuelto al diario.
La vida aquí en la Ciudad peligraba frente a dos situaciones, el frío, y el viento. Los remolinos se formaban día por medio, y uno a la semana arremetía contra la ciudad, haciendo estragos por donde pasase. En pleno invierno, perder el techo y las mantas constituían la causal primera de muerte. Y es que en este época, nuestra población disminuía hasta en un 40%. ¿Cómo hacemos para revertirlo?


Día cuatro. Objetivo: Reproducirse.

El sujeto GZ-333359 no respondió correctamente al tratamiento. Día 12893 desde el inicio; aún no hay resultados alentadores.

Datos: Nacida en Buenos Niveles hace ya 7380 días. Desarrollo Psico-Neuronal: Correcto. Desarrollo Digestivo: Correcto. Desarrollo Psico-Motriz: Correcto. Desarrollo Reproductivo: Inconcluso.
Alta, esbelta. Ojos oscuros. Cabello oscuros. Producida: De forma natural. Muerte: 7380 días.

Detalles del tratamiento: El sujeto GZ-333359 fue inyectado con el objeto 94B, sin resultados visibles. Mantuvo 598 relaciones sexuales, con correcto estimulamiento. Los sujetos masculinos, testeados Desarrollo Psico-Neuronal: Correcto. Desarrollo Digestivo: Correcto. Desarrollo Psico-Motriz: Correcto. Desarrollo Reproductivo: Correcto.
Se encontraban entre los voluntarios hombres de 7000, a 8600 días de edad.
Fue intervenida in-vitro 346 veces, sin resultados.

Conclusiones: Estamos perdidos.


Día cinco. Objetivo: Amarse.

Las olas se superponían unas a otras, con el cielo y la noche, haciendo de todo un vacío oscuro y frío que todo lo envolvía. La corriente me impulsaba con fuerza hacía arriba, abajo, de izquierda a derecha, me hundía e impulsaba. Y ya nada quedaba en mi que incitara a luchar.
Poco a poco el aire iba decreciendo en mi interior, y acrecentaba luego, cada vez menos. No luchaba por sobrevivir, luchaba por ahogarme, pero no había interés en el mar de cumplir mis deseos, simplemente de negarlos, fueran cuales fueran estos. Jugaba conmigo, como un gato con su comida la pasa de pata en pata, hasta que esta muere y luego la ingiere. Así estaba yo, sacudido por los afanes del destino, que no jugaban conmigo el mismo juego que yo.
Pensé. Recuerdo que pensé que este cual castigo por intentar suicidarme se había depositado sobre mis hombros. Luche por una muerte rápida, y elegí ahogarme. Tenía todo lo que necesitaba. La desesperación de la muerte que llega y no llega, pero llega rápido. El último pensamiento, ese que dice "Voy a morir" y no llena de pánico. Esa lágrima que subyace en ningún grito, y se une al mar en mi contra. Era mi rabia, luchando por lograr mi cometido. Y así y tanto, no lograba morir.
¿Es qué habré causado tanto mal que ni la muerte me desea?¿Será que ni tanto castigo me podrá imponer esta como una vida larga y dolorosa, llena de asesinantes remordimientos?

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