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31 may 2020

Siguiente capítulo.

- Me quedé con ganas de ese café, si te soy sincero.
- ¿Sí?
- Si.
- Ya te expliqué todo, que en realidad...
- No obvio, y lo re entiendo. Es decir, te re entiendo. Pero me pasó que me quedé con ganas de ese café, solo eso. Viste que hay veces en las qué no sabés muy bien por qué, ni cómo... pero como que conectás. Logras... algo. No sé como explicarlo, pero eso me re había pasado contigo. Y ahora siento que... siento lo mismo en realidad, pero... es como que estaba leyendo un libro que me re encantaba, y me lo sacaron en la mitad de un capítulo. ¡Quiero saber como sigue ese café!
- Jajaja, ¿decís que ese café es el final romántico que estabas esperando?
- ¡Jajaja! ¡No, ni idea! Ni a palos, tampoco... ¿finales románticos, qué es eso? Quizá esos personajes se hacían re amigos... o salía algo re lindo, una conexión de algo que nada tiene que ver con lo romántico, algo creativo... ponele.
- Ponele...
- ¿No te parece?
- A mi me parece que estaba bastante claro por donde iba ese café. Es más, muchas veces ese café era una metáfora para algo más.
- ¿Algo más?
- Sí... una metáfora para garchar.
- ¡Jajaja! Netflix and Chill!
- ¡Exacto!
- Bueno, puede serlo... pero puede ser un café también. Viste que los café sirven para lo que sea, incluso, si te termino cayendo mal me lo podés tirar en la cara... a full novela.
- A full telenovela colombiana.
- Eso mismo...
- Quizá nos debemos ese café.
- ¿Quizá? Nos lo re debemos... y me lo voy a cobrar.
- Qué miedo.
- ¡Jajaja! No tengas miedo. Me voy a cobrar ese café en algún momento... en unas semanas, meses, en diez años. Acá en Montevideo, en Buenos Aires... cuando te cruce en Barcelona. Me lo voy a cobrar.
- Te tomo la palabra.
- Excelente.

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