Camino acompañado.
(Hace tiempo que no camino acompañado)
Es un lindo estado:
"Caminar acompañado".
Camino (caminamos) hacia algún extraño lugar.
Un lugar de encuentros.
Entre lo que se dijo, y lo que no se ha dicho aún.
Camino (caminamos) y hablo (conversamos).
Es un lindo estado:
"Caminar conversando".
Entonces algo me detiene,
Un estado de sorpresa (inminente),
El crepúsculo de un beso,
(El crepúsculo, sí: "El crepúsculo")
El inicio de algo que pronto va a terminar...
Pero comienza...
Y comenzó...
Duró lo que tienen que durar los momentos,
Y dio paso al momento incómodo luego del momento:
"El post-momento".
Sigo caminando,
Nos encontramos y nos desencontramos,
Sigo caminando.
Sigo acompañado (quiero seguir acompañado).
Entonces camino (caminamos) sin rumbo certero.
Camino con la idea de hacer tiempo,
Mucho tiempo,
Alargar lo escandalosamente finito del momento,
Hacerlo durar... que dure más de lo que dura un momento.
(¿Qué sean varios momentos?)
Que dure más de lo que dura un beso.
(¿Qué sean varios los besos?)
Pero esos momentos siempre acaban.
(Como todo)
El post-momento luego del post-momento.
Es la inminente nada.
Como la muerte.
El desgarro de la inminente inexistencia.
El dolor del recuerdo que acecha.
La puta nostalgia de aquello que nunca será.
Que no debe ser (los momentos son momentos).
La torpe realidad que se aproxima
La penumbra del post-crepúsculo
Del post-beso
La nada misma.
Solo noche.
Solo oscuridad.
Pero sin la grata ausencia de conciencia.
El ser, y estar, en eterna agonía.
Camino.
Converso.
Creo.
Solo.
A oscuras.
Siempre solo.
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