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23 jul 2022

Escala de grises

Volví a ver fotos tuyas. Por error. Y temblé.
Temeroso de todo lo que siento y creía no sentir.
Sentí que te hablé. Y te pregunté. Como estabas.
Y respondías que estabas bien, a gusto, a salvo.
Y yo lentamente. Moría. Por dentro.
Al saber que todo eso era sin mi,
Y me emocionaba. Y me alegraba. Mucho.
al saber que era por ti enteramente.
Pero entonces recuerdo charlas del pasado...

Recuerdo palabras perdidas, imágenes, encuentros fugaces,
Momentos que empañan las ventanas de mi memoria,
(Zarpados garches, de esos que se recuerdan con cariño y cierta sorna)

Pero los anhelo...

Y del anhelo emerge un dolor físico que se anida en el pecho,
algo que recorre parsimoniosamente desde la garganta al estómago,
y golpea con fuerza en las entrañas del ego,
para desprender lágrimas, y diseminarlas en mi rostro.

(me levanto y me las seco, con una manga)

Niego lo que siento:
"No lo siento".
Pero lo siento. Y lo siento mucho.

Siento no haber podido ser lo que querías que yo fuera,
(siento no haber podido ser lo que yo quería ser para vos)
siento no haberte podido acompañar,
siento no haberte dejado acompañarme,
siento no haberte ayudado a procesar todo esto,
siento no haber sabido como procesarlo yo tampoco,
siento no haberte sido honesto,
siento no habértelo dicho en su momento,
siento no permitirte ser parte de mi vida, como si lo permitía en sueños,
siento no haberme animado a más.

De verdad lo siento.

Pero te veo... y me sonrío
(mientras las lágrimas se anidan en los ojos)
y estos sentimientos contrapuestos alimentan mi realidad,
y vuelvo a ver fotos tuyas en mi celular, esta vez a propósito,
y te escribo nuevamente, convencido y a sabiendas de lo que siento,
Y si bien lo siento,
No lo siento.

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